El intruso consiguio convertirse en amante.

Ayer soplo el viento como nunca, era un viento helado que traspasaba los tejidos de mi suéter gris y sin ningún pudor llegaba mas allá de los limites de mi intimidad rosando con atrevimiento todo mi cuerpo, mi piel completa se erizaba con sus roces; al principio tal vez me sentí invadida pero la sensación de deseo el pensar que tal vez el viento disfrutaba tocando mi piel, ver que mis cabellos eran mas libres que nunca,el viento les provocaba unas ganas enormes de liberarse y volar sin pensar en el desastre que dejaría a su paso, el viento desacomodo todo. El día de ayer incluso desacomodo mis pensamientos mis sentimientos me hizo sentir libre deseada deje de pensar en mi cabello revuelto y las hojas que el otoño olvido volando frente a mi, me olvide de todo y solo sentí la delicada violencia con la que el viento me arrastro hasta lo mas profundo y desconocido de mi alma.